domingo, 9 de diciembre de 2007

Alejandro Sanz se burla de Chávez en su concierto en Miami

(PD).- Alejandro Sanz dio su último concierto del año "en casa", y aprovechó para vengarse y burlarse de Hugo Chávez por no permitirle hacer escala en Venezuela dentro de su gira de conciertos por Suramérica.

Sanz, en cambio, encandiló a los miles de personas que asistieron entusiasmados al derroche de sonido y fuerza que llenó la noche floridana al borde de la bahía de Vizcaya.

Cuanta Juan José Fernández en El País que, entre improvisado y premeditado, sucedió a mitad del concierto, cuando Sanz cantaba La Habana, la canción con nombre y letra significativas en la que opinó ya en 2003 sobre la situación cubana:

"Espera sólo un poco más, quiero explicarle a los míos por qué La Habana es la
ciudad donde los sueños aprenden a nadar....es como hablarle a la pared (dame,
dame libertad) los muros piden a gritos y dicen que a La Habana no se va a
echarle canas al aire, maldito, maldito sea este mundo, me quiero llevar a mi
negra...".

Entonces, una muchacha se acercó al escenario y le dio una bandera venezolana. El cantante se colocó la enseña en el cuello, casi como una capa y casi la ondeó.

Al final de la canción se dirigió hacía atrás, recogió una camiseta negra y la mostró al público. En letras blancas se leía: "Chavez sucks (Chávez apesta)".

Si las alusiones a Cuba arrancaron aplausos atronadores, con este epílogo arreciaron. Se unieron todos.
(recomendación del limón: adelantar hasta el 1:45)

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