domingo, 1 de febrero de 2009

Dos Oportunidades, Dos Fallos

A continuación, ocurre una narración algo interrumpida por ciertos "puntos ciegos" en mi memoria, de un sueño del estilo "muerte"...

(otro parecido, "Mi Muerte en el 23")

Son dos Oportunidades, una narrando lo que ocurre, y otra narración con la idea de lo que ocurriría y con la determinación de cambiar, ambas con el mismo desenlace.

La mejor forma de describir todo esto sería dibujandole, haciéndolo película, pero por ahora, tomemos como escenario un edificio, un hotel, el cual, se cae, con explosiones (o implosiones, no entiendo muy bien del tema) muy al estilo "Word Trade Center" con un toque de "Deslave de la Guaira".

Aunque ya deben saber cual es el desenlace, para quien no lo haya entendido aún, no le haremos leer dos veces lo mismo, por lo tanto pasaré a describir la segunda parte, donde supuestamente tengo el protagonismo de la historia.

Estoy en el cuarto del Hotel cuando recibo una llamada de un amigo llamado Cesar, sí, aquí no se que pinta, pero me pone al tanto de que se prepara algo malo en contra de los que allí se hospedan, por lo tanto debo salir en cuanto pueda, aprovecho de meter algunas pertenencias en mi bolso antes de largarme.

Al bajar, me encuentro con una especie de fiesta, un evento con gente elegante sentada alrededor de muchas mesas, con música clásica, de nuevo me encuentro con alguien conocido, pero no más hace apurarme para salir de allí y tomar mi equipaje.

Al salir, me doy cuenta de que una señora sentada casi en una pared, la había visto en el anterior sueño (la primera parte), y que el control que tenía en sus manos, era el responsable de iniciar el caos que pronto se iniciaría, es por ello que me abalanzo sobre ella, pero una fuerza extraña me impide llegar a una distancia más cercana, sin mucho esfuerzo me suelto de los guardias que de repente estaban tomando mis brazos, no había otra cosa que me impidiera tomar el control y evitar la catástrofe.

Una vez forcejeando con la "vieja" (pues aunque muy bien vestida y educada, seguía siendo mala) esta sacó una fuerza impresionante, que me tumbaba al piso y evitaba quitarle el tan mentado aparato, pero empezaba ya el derrumbe, y debajo de un marco de la puerta principal aparecí, con ganas de volver a donde la señora de malas intenciones. De nuevo estaba yo intentando evitar más temblores en el edificio, pero no fue sino hasta que accionó otro botón, que desde lo que parecía ser una cámara de seguridad, salió un rayo azul, que al pasar justo sobre mí cuerpo (de espalda, pero a nivel del estómago, en horizontal), me dividió en dos, desangrándome y muriendo en el acto.

(si leyeron el más entendible y humano "Mi muerte en el 23", se habrán dado cuenta que además de que este sueño estuvo marcado por el género de ficción comparación, esta vez si morí...)

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