El año pasado también fuí, en otras circunstancias, pero fui; enfocándome en el pueblo, en el cual había parranda y no sabía por qué.
Este año animo a mi familia a alquilar el mismo apartamento para mis últimos días de vacaciones, pasándola de lo mejor, sin estrés, metido en la piscina del edificio "Los manglares" hasta pasada las 8 de la noche, en compañia de una gente, que sin hablarles ni tratarles directamente me cayeron muy bien.
Mi familia iba al pueblo a comprar la cena mientras yo me quedaba nadando sin saber exactamente la razón: quizá no quería quedarme sin hacer nada metido en aquella piscina, quería ver a toda la gente desde distintos ángulos, escuchar sus confusas conversaciones.
Al día siguiente llego Mary y también mi hermano quienes nos fueron a buscar en sus carros para ir a comer, luego me fui a la piscina.
A la noche fuí al pueblo junto a mary y mis hermanos para comprar algo para la cena, después de caminar un montón, nos metimos en un lugar donde hacían hamburguesas de todo tipo, me llamó la atención que ponían la opción de añadirle camarones, realmente no me dieron ansias ni de pensar como sabía eso. La gente era algo rara, Mary decía que parecía que nos iban a sacar la "Gillette" tal cual como la canción de la Yasury Yamileth, a la final nos calamos a todas ellas y aquellos que parecían salir de un video de un podrido reggeatón o a aquellos a quienes no les faltaba una cicatriz de una antigua pelea callejera.
En cuanto pudimos salimos de alli; yo pensando en la gente agradable del edificio y sus alrededores.
El último día, Mary nos llevó a Chirere, una playa que en la primera impresión parecía desierta, olas salvajes eran su primera característica. Seguimos caminando y encontramos algo de gente, que casi no tocó el agua del mar sino un río que quedaba a unos pocos minutos caminando.
Llegar a Caracas es un gusto para mí, para contarle a todos lo que ví, lo que me gustó y lo que no, para ver a mi gente amiga que tanto quiero y extraño.....
Este año animo a mi familia a alquilar el mismo apartamento para mis últimos días de vacaciones, pasándola de lo mejor, sin estrés, metido en la piscina del edificio "Los manglares" hasta pasada las 8 de la noche, en compañia de una gente, que sin hablarles ni tratarles directamente me cayeron muy bien.
Mi familia iba al pueblo a comprar la cena mientras yo me quedaba nadando sin saber exactamente la razón: quizá no quería quedarme sin hacer nada metido en aquella piscina, quería ver a toda la gente desde distintos ángulos, escuchar sus confusas conversaciones.
Al día siguiente llego Mary y también mi hermano quienes nos fueron a buscar en sus carros para ir a comer, luego me fui a la piscina.
A la noche fuí al pueblo junto a mary y mis hermanos para comprar algo para la cena, después de caminar un montón, nos metimos en un lugar donde hacían hamburguesas de todo tipo, me llamó la atención que ponían la opción de añadirle camarones, realmente no me dieron ansias ni de pensar como sabía eso. La gente era algo rara, Mary decía que parecía que nos iban a sacar la "Gillette" tal cual como la canción de la Yasury Yamileth, a la final nos calamos a todas ellas y aquellos que parecían salir de un video de un podrido reggeatón o a aquellos a quienes no les faltaba una cicatriz de una antigua pelea callejera.
En cuanto pudimos salimos de alli; yo pensando en la gente agradable del edificio y sus alrededores.
El último día, Mary nos llevó a Chirere, una playa que en la primera impresión parecía desierta, olas salvajes eran su primera característica. Seguimos caminando y encontramos algo de gente, que casi no tocó el agua del mar sino un río que quedaba a unos pocos minutos caminando.
Llegar a Caracas es un gusto para mí, para contarle a todos lo que ví, lo que me gustó y lo que no, para ver a mi gente amiga que tanto quiero y extraño.....
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