Hasta yo puedo tomar este mensaje como una exageración , pero luego recuerdo que la mucha gente me toma por "exagerado" también.... Al momento en que llego al lugar donde se encontraba mi amiga plantada por su amor; me dijo: "Amador, ¿Por qué no nos vamos a una playa?"
Su cara no era normal, no quice interrumpir su momento de silencio para decir que me había perdido y que no encontraba la salida a la autopista, tan pronto como pude, encontré la ruta, la cual estaba infestada por aquello llamado "cola".
No se qué playa era, yo seguía sin saber donde estaba, a pesar de que yo era quién manejaba, digamos que era una playa del Litoral Central.
Reflexionar me da escalofríos, me llama mi hermano para yo decirle que no estoy en casa.
Veo a mi amiga reflexionar sobre ciertos aspectos de su vida a la vez que va caminando por la orilla de la playa, cosa que me mueve a intentar ver su preocupación: es cuando se concentra muchos años todo el esfuerzo, todos los sueños en un solo objetivo, que se logra entender cuanta tristeza puede traer que no sea logrado.
Realmente no es por verla a ella en esa especie de trance silencioso, pensar va más allá de un simple pensamiento, es quizás tratar de enfrentar los miedos mentales, esos supuestos fantasmas, espectros que nos inventamos para intentar ser más reales.
Las olas, la brisa, el sonido del mar en el malecón, la luna que alumbra inesperadamente la noche sin que nadie se lo pida... Acá lo único que descuadra el paisaje es un grupo de gente [quizás adinerada] que habla frente a sus camionetas tomando soleras y contaminando el sonido de un murcielago que pasa rapidamente...
Un Avión en el cielo, con luces prendidas, advierte su presencia, esperando trazar su recorrido nuevamente hacia su lugar de destino.
"Vámonos"
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